miércoles, 12 de diciembre de 2012

FELIZ NAVIDAD (con perdón)

Felicitar a alguien significa compartir su felicidad. Así de sencillo. Cuando a uno le roza la varita mágica de la buena suerte y, por ejemplo, celebra que 40 años después de haber nacido sigue vivo, o está contento porque se le casa una hija, o acaba de aprobar el examen de conducir, la gente que le quiere se alegra con él y por él, comparte su triunfo y lo vive como propio. Y le dicen: "Felicidades". Es algo entrañable. Es una demostración de cariño de los que forman el círculo más cercano de uno. Suele ir acompañada de besos, abrazos, palmaditas en el hombro o incluso tirones de oreja. Y nunca he sabido de nadie que se haya ofendido por esto. Aunque haya acabado con las orejas como Dumbo.

Otras veces las felicitaciones son más formales, y vienen de instituciones que tienen una relación laboral con uno. Como cuando el banco te felicita el cumpleaños. El mío lo hace. Y en el mismo sobre mete el recibo de la hipoteca. Para ahorrar papel. Tiendas de toda España cuelgan carteles de "Feliz Navidad" y "Felicidades" en sus escaparates. No somos tontos. Ya sabemos que nos desean lo mejor en tanto que seamos clientes suyos y en ellos revierta nuestra buena fortuna. Pero, mercantilismos e intereses aparte, es un signo de concordia, de bondad, de calidez humana. Como estrechar la mano de la persona que te acaban de presentar. Es señal de buena voluntad.

Sin embargo, últimamente se diría que estamos perdiendo el norte. Y el sur. Y todos los puntos cardinales. Resulta que el Presidente del Congreso, D. Jesús Posadas, ha felicitado la Navidad en la red social Twitter. Con un mensaje sencillo. En todos las lenguas oficiales de España. Lo cual dice mucho de su intención de concordia. Y lo ha acompañado con una foto. De una obra de arte. Un Nacimiento. Cielo santo y madre del amor hermoso. La que se ha liado.

Y es que en cuanto aparece un atisbo de religión católica en el horizonte de nuestra realidad social o política, hay quien se rasga las vestiduras de la tolerancia con gran escándalo y estrépito demagógico. ¿Pues no hay quien se ha ofendido porque la imagen elegida por el señor Posadas (llamémosle así para evitar mencionar su cristiano nombre) es un Nacimiento? ¿Será que estos señores no saben que Navidad significa Natividad, o sea, Nacimiento? ¿Y que, religión aparte, hay aquí un hecho cultural y tradicional innegable que de ninguna manera puede resultar ofensivo a mentes mínimamente despiertas y de corazón noble?

¿Quieren decirme ustedes que no nos importa aferrarnos a tradiciones extrañas, como abetos nunca vistos en tierras españolas o celebraciones que ni siquiera sabemos escribir bien, como Jalogüin, y que sin embargo vamos a darnos por ofendidos cuando alguien nos felicite la Navidad? ¿Aunque venga de una institución laica? ¿Será que no se sabe realmente lo que significa ser laico? ¿Verdad que no es lo mismo no ser mujer, o sea, ser hombre, que odiar y asesinar a las mujeres? ¿Verdad que no es lo mismo sentirse urbano hasta la médula que quemar bosques? ¿Verdad que hay una diferencia entre no saber tocar la guitarra y estampar una contra la pared? Pues, señores, ser laico significa no ser religioso, pero de ahí a odiar y malinterpretar maliciosamente todo lo que, mezclado con la cultura y la tradición, huela a religión, hay un abismo. ¿O qué será lo próximo? ¿Quemar conventos? ¿Convertir las catedrales en cervecerías? ¿Vender a otros países las pinturas religiosas del Museo del Prado?

Sólo deseo dos cosas: una, que mis alumnos musulmanes y chinos me deseen, como siempre, "Feliz Navidad"; de sobra sé que ellos no son católicos, ni falta que les hace, porque conocen, entienden y respetan el hecho religioso como no han sido capaces de hacerlo los políticos de mi tolerante y democrático país. Y lo segundo, que a los Reyes Magos no se les averíe el GPS y cometan el gravísimo error de entrar a dejar juguetes a los hijos de los políticos ofendidos. Capaces son de apedrearlos.



2 comentarios:

  1. Pues muchas gracias, Anachukita, qué emocionante es esto de tener una fan desconocida...

    ResponderEliminar